OPERACIONES BÁSICAS CON GIMP
En esta entrada vamos a ver una serie de retoques sencillos que podemos hacerle a una imagen digital con GIMP: recortarla, enderezarla o realizar pequeños ajustes de color, contraste, brillo, etc.
RECORTAR UNA IMAGEN
En ocasiones, después de hacer una foto nos damos cuenta de que no hemos escogido el mejor encuadre o que aparece algún elemento que no queríamos. Vamos a ver cómo corregir con GIMP este tipo de situaciones.
Abrimos la imagen en GIMP de cualquiera de las formas que vimos en la entrada anterior. Una vez hecho esto, escogemOs la herramienta de selección rectangular en la caja de herramientas:
Con esta herramienta encuadramos la zona que queramos de nuestra fotografía, dejando fuera la zona que queremos descartar. La zona seleccionada aparecerá rodeada por una línea de guiones con tiradores en las cuatro esquinas que nos permitirán modificar su tamaño.
Cuando ya tengamos seleccionada el área deseada, la copiamos (Ctrl+C o escogiendo Copiar en el menú Editar) y la abrimos en una nueva pestaña escogiendo Crear - Desde el portapapeles en el menú Archivo (o con la combinación de teclas Mayús+Ctrl+V).
Ahora solo nos quedará guardar la nueva imagen en un archivo nuevo, escogiendo la opción Exportar del menú Archivo. Se abrirá una ventana donde podremos escoger el nombre del archivo, la carpeta y el formato con el que se guardará. El formato se seleccionará según la extensión que le pongamos al nombre del archivo. Por ejemplo, si queremos guardarlo con formato PNG, le pondremos la extensión .png.
Si pulsamos en el signo + de la opción Seleccione el tipo de archivo (Por extensión), veremos todos los formatos disponibles para exportar la imagen.
Hay que tener en cuenta que si escogemos Guardar o Guardar como, la imagen se guardará como un proyecto de GIMP, con la extensión .xcf. Los archivos XCF no son imágenes digitales y solo se pueden abrir con el propio GIMP, por lo que si queremos compartir la imagen con otras personas o usarla en otras aplicaciones, tendremos que guardarla con un formato más estándar, como puede ser JPG o PNG.
ENDEREZAR UNA IMAGEN
Con GIMP también podremos enderezar las imágenes que estén torcidas. Por ejemplo, en la siguiente imagen se puede ver cómo el horizonte está claramente torcido:
Para arreglarlo, abrimos la imagen en GIMP y en el menú Capa escogemos Transformar - Rotación arbitraria. Nos aparecerá una pequeña ventana en la que podremos establecer el ángulo de giro y las coordenadas del punto central alrededor del cual se girará la imagen:
También podremos girar la imagen con el ratón, haciendo clic con el botón izquierdo en cualquier parte de la imagen y moviendo el ratón sin soltar el botón. Cuando la imagen ya esté enderezada, soltaremos el botón. De cualquiera de las dos formas, el resultado será parecido a este:
Finalmente, como los bordes de la imagen también se han girado, tendremos que recortarla como hicimos en el apartado anterior para que los bordes queden derechos:
MODIFICAR EL BALANCE DE BLANCOS, BRILLO, SATURACIÓN Y CONTRASTE
Además de recortar o rotar una imagen, con GIMP también podemos hacer otras correcciones que afectan al color de la imagen, como puede ser modificar el balance de blancos, el brillo, la saturación o el contraste.
El balance de blancos es un procesado que se aplica a las fotografías para conseguir una reproducción correcta del color. Todas las cámaras digitales actuales, incluidas las de los móviles, disponen de esta posibilidad, aunque en las cámaras de gama baja se aplica de forma automática, sin que el usuario pueda intervenir. En las cámaras de más calidad el usuario puede escoger qué balance de blancos se aplica a la fotografía, entre varios posibles. Incluso puede escoger no aplicar ninguno y hacerlo en el posterior procesado digital, donde podrá probar con varios y escoger el más adecuado.
Es evidente que los colores de una fotografía van a depender del tipo de luz que ilumine la escena. Si fotografiamos un objeto blanco iluminado por la luz directa del sol en las horas centrales del día, en la fotografía nos aparecerá con un color blanco puro o muy próximo a él. Pero si lo fotografiamos al atardecer, lo veremos de un color más anaranjado, porque esa es la tonalidad que predomina en la luz de las primeras y de las últimas horas del día.
La característica que nos indica qué tono predomina en una luz se conoce como temperatura de color (hay una razón física para ese nombre) y se puede medir, como cualquier temperatura, en grados kelvin (K).
En la figura superior (fuente: Wikipedia) se ha representado cuál es el tono dominante en función de la temperatura de color (en K). La luz de día tiene una temperatura de color entre 5500 y 6000 K, las luces con un valor inferior a 5500 K se llaman luces cálidas y tiene una dominante rojiza y las luces con una temperatura superior a 6000 K se llaman luces frías y tienen una dominante azulada.
En GIMP podemos modificar el balance de blancos de una fotografía de forma manual o de forma automática. Para hacerlo de forma automática, en el menú Colores escogemos Auto - Balance de blancos. Si no estamos satisfechos con el resultado, podemos corregirlo de forma manual, en el mismo menú Colores, escogiendo la opción Temperatura del color. Se abrirá una ventana con dos barras de desplazamiento, una para la Temperatura original (la que supuestamente tiene la fotografía) y otra para la Temperatura esperada (la que debería tener). Si aumentamos la primera (original) o bajamos la segunda (esperada), la fotografía tomará un tono más azulado, como podemeos ver en la imagen inferior (la mitad de la derecha es la imagen original y la de la izquierda es la imagen con la temperatura de color corregida).
Si hacemos lo contrario, tomará un tono más rojizo:
MODIFICAR EL BRILLO, LA SATURACIÓN Y EL CONTRASTE DE UN IMAGEN
Otros retoques que podemos hacer para mejorar el aspecto de una imagen es modificar el brillo, la saturación o el contraste. El brillo de una imagen está relacionado con su luminosidad: aumentando el brillo, la imagen será más luminosa, disminuyéndolo la imagen será más oscura. El contraste es la diferencia entre la partes más iluminadas y las más oscuras. Por último, la saturación está relacionada con la intensidad de los colores de la imagen: a más saturación, más vivos serán los colores; a menos saturación, más apagados.
Como ocurría con la temperatura de color, en GIMP tenemos herramientas para modificar estos parámetros de forma manual (en el menú Colores, la herramienta Saturación y la herramienta Brillo-Contraste) o podemos dejar que el programa los corrija automáticamente (en Colores - Auto, Ecualizar o Realzar color).
ACTIVIDAD 1. Recortar una imagen en GIMP.
Descárgate la siguiente imagen (haz clic sobre ella y, cuando se abra en una nueva pestaña, vuelve a hacer clic sobre ella con el botón derecho y escoge Guardar imagen como...):
Recórtala con GIMP para que quede más o menos así:
Expórtala a un archivo JPG con el nombre flor.jpg.
ACTIVIDAD 2. Enderezar una imagen en GIMP.
Descárgate la siguiente imagen y corrígela con GIMP para la que línea del horizonte se vea horizontal.